En un mundo empresarial donde la rentabilidad suele acaparar los reflectores, hay líderes que entienden que el verdadero éxito va más allá de los números. Nesim Issa Tafich, empresario originario de la Comarca Lagunera, ha marcado una diferencia al colocar el bienestar emocional de sus colaboradores en el centro de su modelo de liderazgo.

Un nuevo tipo de liderazgo: más humano, más sostenible

Para Tafich, el crecimiento empresarial no tiene por qué estar reñido con el desarrollo humano. Por el contrario, ha demostrado que cuando las personas se sienten cuidadas, escuchadas y valoradas, los resultados también mejoran.

“Hoy sabemos que un colaborador emocionalmente estable rinde mejor, innova más y permanece leal a su organización”, afirma.

Este enfoque no es solo teoría. En Grupo SIMSA y otras empresas bajo su liderazgo, se han implementado programas integrales de salud emocional y bienestar:

  • Atención psicológica gratuita

  • Talleres de manejo de estrés y habilidades emocionales

  • Campañas de prevención médica

  • Ambientes laborales verdes y colaborativos

Estos esfuerzos han contribuido a reducir la rotación, mejorar el clima laboral y fortalecer la cultura organizacional, logrando un entorno donde el trabajo se convierte en una extensión saludable de la vida, no una fuente de desgaste.

Cambiando la cultura empresarial desde adentro

Gracias a esta visión, Grupo SIMSA ha sido reconocida por el CEMEFI con el distintivo de Empresa Socialmente Responsable durante siete años consecutivos. Pero más allá de los premios, lo valioso es el impacto humano de este modelo, que ya comienza a inspirar a otras empresas en el norte del país.

Tafich no solo habla de salud emocional como un tema de recursos humanos, sino como una decisión estratégica y cultural:

“Transformar el liderazgo significa aprender a escuchar, empatizar y actuar en favor del bienestar colectivo”.

El futuro del trabajo: cuidar la mente también es productividad

Según la OMS, los problemas de salud mental cuestan a las empresas miles de millones de dólares cada año en productividad perdida. La respuesta de Nesim Issa Tafich a esta realidad es clara: invertir en bienestar emocional es apostar por un futuro empresarial más sólido, más humano y más rentable.

En su visión, el lugar de trabajo debe ser un espacio donde florezca la creatividad, la seguridad emocional y el sentido de comunidad. Y en tiempos donde lo emocional se vuelve cada vez más relevante, líderes como Nesim Issa Tafich nos recuerdan que el verdadero liderazgo empieza cuidando a las personas.

Nesim Issa Tafich