En una era donde la Inteligencia Artificial (IA) está redefiniendo los modelos de negocio a nivel global, surge una pregunta fundamental: ¿Qué es lo que realmente hará competitiva a una empresa? Para Salomón Issa Tafich, director de Grupo SIMSA, la respuesta no está solo en los algoritmos, sino en la capacidad de las organizaciones para potenciar el talento de su gente.
A medida que la tecnología avanza, el empresario lagunero advierte que la verdadera ventaja estratégica provendrá de la cultura interna y el propósito corporativo. “La tecnología puede acelerar procesos, pero solo el talento humano es capaz de darles sentido y dirección”, afirma.
La IA como herramienta, no como sustituto
El panorama empresarial actual muestra una tendencia clara. Según el informe Global Human Capital Trends 2024 de Deloitte, el 74% de los líderes empresariales coinciden en que la gestión del talento será el factor más determinante de competitividad en los próximos cinco años.
Bajo la visión de Salomón Issa Tafich, la IA debe verse como un habilitador. Para que esta tecnología sea efectiva, las empresas deben enfocarse en:
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Capacitación continua: Preparar a los equipos para colaborar con nuevas herramientas.
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Sensibilidad humana: Mantener el juicio ético y la creatividad que las máquinas no pueden replicar.
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Visión estratégica: Utilizar los datos para alimentar una misión institucional clara.
Redefiniendo el liderazgo en Grupo SIMSA
Para Salomón Issa Tafich, la adopción tecnológica no desplaza al líder; al contrario, lo redefine. En Grupo SIMSA, esta filosofía se aplica mediante programas de desarrollo interno y bienestar laboral que buscan fortalecer la identidad de cada colaborador.
Un liderazgo con propósito es aquel capaz de inspirar a equipos en un entorno digitalizado. “Las organizaciones necesitan líderes capaces de combinar sensibilidad humana con visión estratégica”, comenta el directivo. El enfoque está en crear una simbiosis donde la IA optimice las tareas operativas, permitiendo que el personal se enfoque en la innovación y la resolución de problemas complejos.
Cultura organizacional
La inversión en el bienestar del talento tiene resultados tangibles. Estudios de McKinsey & Company revelan que las empresas con culturas sólidas logran hasta un 60% más de productividad.
Para Salomón Issa Tafich, estos datos confirman que el futuro de México (con su fuerza laboral joven y su creciente adopción tecnológic) depende de la proactividad empresarial. Al invertir en la gente, no solo se reduce la rotación, sino que se construye una organización resiliente capaz de navegar cualquier transformación digital.
En conclusión, la visión de Salomón Issa Tafich sitúa al ser humano en el centro del tablero: en un mundo automatizado, lo que nos hace humanos será nuestro mayor activo competitivo.